Patria antes que partido.
El veleidoso Gral. Miguel Negrete Novoa, cambió varias veces de bando. Liberal en un principio, defendió valientemente la patria durante la primera guerra contra los Estados Unidos (1846-1848) y se unió a la Revolución de Ayutla (1854) para derrocar a Su Alteza Serenísima Antonio López de Santa Anna, quien gobernaba el país de manera dictatorial.
Ferviente católico, durante la Guerra de Reforma abrazó los ideales Conservadores, que con el Plan de Tacubaya pretendían abolir la constitución de 1857 por encontrarla contraria a los intereses de la Iglesia. A finales de 1857 cambia de parecer y defiende en Tlaxcala la Constitución que meses antes había querido abolir.
En 1858 vuelve a cambiar de bando y se pone bajo las órdenes del General Conservador Miguel Miramón, quien lo asciende a Coronel. Derrotado definitivamente por las fuerzas Liberales de Jesús Gonzales Ortega se retira a la vida privada gracias a una amnistía que le otorgó el Presidente Benito Juárez. El dolor de la derrota arraiga aún más el conservadurismo en el pecho del Coronel Negrete.
En 1862, cuando el Conde de Lorencez llegó a coordinar la invasión francesa a México, los Conservadores brincaron de júbilo. Veían la oportunidad de derrotar a los Liberales y arrebatarles el poder sin importar si tenían que aliarse con los enemigos de la Patria o con el mismísimo Diablo. Se pusieron a disposición del ejército invasor decididos a apuntar sus armas contra sus compatriotas mexicanos.
Por ejemplo, Juan Nepomuceno Almonte (hijo de Dn José María Morelos y Pavón) se proclamó Jefe Supremo de la Nación y se dedicó en cuerpo y alma a reunir un ejército para apoyar a los invasores europeos. La mayoría de los militares Conservadores, que aún rumiaban su derrota en la Guerra de Reforma, estaban más que dispuestos a unirse al autoproclamado Jefe Supremo. Era la ocasión que estaban esperando para vengar lo que ellos consideraban la afrenta mayúscula de la victoria Liberal. Hubo una excepción.
El Gral. Miguel Negrete se presentó ante los Liberales dispuesto a defender a la Patria. Temiendo una trampa, los liberales le cuestionan sus motivos, ¿por qué siendo él un convencido Conservador decide en un momento tan crucial unirse al bando Liberal?. Su respuesta es lacónica y convincente: “Tengo Patria antes que Partido”.
Bajo las órdenes de Zaragoza defiende de manera audaz el fuerte de Loreto, fue él quien ordenó que se disparara el primer cañonazo el 5 de mayo de 1862 y fue él quien llevó el peso de la batalla dirigido diestramente por el Gral. Zaragoza.
Las palabras finales de su Parte de Guerra dicen:
Al frente de un enemigo tan respetable por sus gloriosos antecedentes de
guerrero, supieron nuestros humildes soldados demostrarle que nada vale el
valor cuando la justicia falta y han hecho comprender a los vencidos que no se
ofende impunemente a la patria por desgraciada y débil que se le suponga,
aunque le ha quedado el sentimiento de ver perecer a soldados tan valientes,
dignos de morir por una causa más noble para ellos y más honrosa para el
ilustrado e inteligente pueblo a que pertenece.
Dios, Libertad y Reforma.
Línea de Loreto a Guadalupe, mayo 6 de 1862
Miguel Negrete
Sea pues ésta entrada al blog, un sencillo pero sentido homenaje a un hombre que ante la disyuntiva de elegir Patria o Partido, dejó de lado agravios y rencores e hizo la elección correcta.
Dios, Libertad y Reforma.
Línea de Loreto a Guadalupe, mayo 6 de 1862
Miguel Negrete
Sea pues ésta entrada al blog, un sencillo pero sentido homenaje a un hombre que ante la disyuntiva de elegir Patria o Partido, dejó de lado agravios y rencores e hizo la elección correcta.
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