google.com, pub-3435181644107017, DIRECT, f08c47fec0942fa0 PARA COMERTE MEJOR: abril 2015

jueves, 30 de abril de 2015

La Destrucción de Herculano y Pompeya


Situada cerca de lo que hoy es Nápoles, en Italia, en los alrededores del monte Vesubio. Se encontraba la pequeña pero muy adinerada ciudad de Herculano, la protagonista de esta historia. Del otro lado del Vesubio, se encontraba la famosa ciudad de Pompeya.
El 24 de agosto del año 79 después de Cristo, los habitantes de Herculano hacían su vida de manera normal, sin siquiera sospechar que la muerte los rondaba a la vuelta de la esquina.
Poco antes del medio día, se escuchó un estrépito descomunal que cimbró la tierra e hizo estremecer la ciudad entera. Poco después, una erupción  hizo que la cima del monte Vesubio estallara en fragmentos hirvientes que se elevaron a más de 20 kilómetros de altura, por lo que alcanzó la estratósfera.
No sabemos cuál fue la reacción de la gente en ese momento, pero observaciones recientes revelan que ante catástrofes de estas dimensiones, las personas quedan como hipnotizadas y en vez de huir, permanecen observando al parecer sin percatarse del peligro.
Después de una hora de haber ocurrido la erupción, empezaron a caer los restos volcánicos, pero el viento arrastraba las cenizas hacia la vecina ciudad de Pompeya, donde los fragmentos de roca incandescente derritieron los tejados y la ceniza ocultó por completo el sol. El estrépito debió haber sido aterrador.
Pero en Herculano, la visión de la columna de humo ascendía verticalmente sin amenaza para la ciudad. Todos los fragmentos se los llevaba el viento con dirección a Pompeya.
Los habitantes de Herculano se sintieron seguros y dieron gracias a sus dioses por haber protegido la ciudad. Pero a mitad de la noche, la gigantesca columna de humo perdió sustento y se desplomó con hórrido estruendo sobre la adormecida Herculano.
El flujo piroclástico , que es una combinación de partículas encendidas y gases ardientes, se precipitó como un huracán de fuego sin dar tiempo a nada.
Ambas ciudades, Herculano y Pompeya habían desaparecido sepultadas bajo las cenizas ardientes. Pompeya yacía a 3 metros bajo tierra. Herculano en cambio, quedó bajo 20 metros de ceniza y piedra volcánica.
Pompeya, al estar solamente a 3 metros bajo tierra, tuvo algunos intentos de rescate, pero Herculano había sido borrado de la faz de la tierra.
Lentamente pasaron los años, y los siglos cayeron como hojas secas del árbol milenario del tiempo.
En el Siglo XVIII, un campesino hacía un pozo buscando agua pero en su esfuerzo, con lo que topó fue con la perdida y olvidada ciudad de Herculano.
Poco a poco , los arqueólogos fueron descubriendo las ruinas de las ciudad y ello les abrió una puerta directa al modo de vida romano de aquella época,
ya que mientras otras ciudades del imperio se habían deteriorado lentamente por el abandono y las inclemencias del medio ambiente, Herculano había permanecido sepultada y silenciosa, intacta como una cápsula del tiempo.
Las casas, con sus muebles y sus camas e incluso sus utensilios de cocina, se encontraban tal y como sus dueños les habían dejado mil 600 años atrás.
Maravillosas esculturas, exquisitos mosaicos y frescos bellamente pintados. Todo estaba ahí: los muebles de madera preciosamente tallados se habían petrificado conservando los detalles con una precisión increíble.
Dado que entre las ruinas se encontraron algunas casas con la mesa puesta dando la impresión que la gente había salido a toda prisa, los arqueólogos llegaron a pensar que la gente de Herculano había escapado y dejado la ciudad atrás. Pero hace poco los arqueólogos hicieron un macabro hallazgo: En lo que había sido el cobertizo para barcas de la ciudad, una especie de muelle donde las personas tomaban las barcas para entrar y salir del lugar, se encontraban 300 cuerpos, la mayoría de mujeres y niños. Estaban acurrucadas y abrazadas entre sí, quizá estaban esperando un rescate que nunca llegó.
Una ola de hirviente flujo piroclástico los alcanzó, haciendo que la carne, músculos y vísceras se evaporaran instantáneamente.
A esta temperatura  el cerebro comienza a hervir y al estar confinado dentro del cráneo, el vapor ejerce tal presión que hace que la cabeza estalle como un globo.
Incluso encontraron el cadáver de una joven madre con un pequeño en brazos. La mujer estaba embarazada y el esqueleto del feto permanece en su interior.
Sin duda fue trágico el destino de los habitantes de Herculano y Pompeya. Nos sirve de consuelo que gracias a las ruinas de ambas ciudades podemos conocer casi con exactitud el estilo de vida romano de hace 2 mil años.
Según información publicada por la BBC de Londres en su página Web del 16 de junio de 2011, un equipo de arqueólogos británicos, descubrieron en la antigua ciudad de Herculano, una cloaca que contenía 774 sacos de excremento de una antigüedad de casi 2mil años.
Lo más curioso es que, la calidad y consistencia de los excrementos eran tan buenas como para hacerle análisis clínicos después de casi 20 siglos de haber permanecido bajo tierra.
Dichos análisis permitieron a los investigadores descubrir la dieta de los habitantes de esta ciudad: Erizos de mar, huevo, higos, oliva, frutos secos y lirones. Estos últimos considerados un manjar de la clase alta.

jueves, 2 de abril de 2015

¿Realmente Cristóbal Colón descubrió América?






¿Realmente Cristóbal Colón descubrió América?